El sector de las gasolineras en España está atravesando un escenario cada vez más desafiante, con un aumento significativo del riesgo de impago entre las empresas dedicadas al suministro de combustible. Según el último informe de Insight View, un 22% de estas compañías se encuentra en una situación de riesgo máximo o elevado de no cumplir con sus compromisos de pago, lo que supone un empeoramiento de tres puntos en comparación con los datos registrados hace un año.
Distribución geográfica del riesgo
A nivel territorial, las provincias de Madrid (11%), Valencia (7%) y Barcelona (7%) concentran el mayor número de establecimientos especializados en la venta minorista de combustible. Sin embargo, en términos de riesgo financiero, estas cifras varían considerablemente. Madrid presenta uno de los mayores índices de riesgo, con un 28% de empresas en riesgo elevado de impago, muy por encima de la media nacional. Otras provincias con porcentajes preocupantes son Granada (26%), Sevilla (25%) y Málaga (25%).
En contraste, algunas zonas muestran un comportamiento financiero más sólido. La Coruña (20%), Valencia (21%), Toledo (21%), Murcia (21%), Alicante (22%) y Barcelona (23%) registran mejores ratios de solvencia, destacando entre las provincias con un riesgo menor en el sector.
Mayor riesgo en las empresas más jóvenes
Uno de los aspectos más preocupantes revelados por el informe es que las gasolineras fundadas en los últimos diez años son las más vulnerables financieramente. En este grupo, el riesgo de impago alcanza el 33%, lo que refleja las dificultades que enfrentan las nuevas empresas para estabilizarse en un entorno cada vez más competitivo y de bajos márgenes. En contraste, las gasolineras con entre 10 y 25 años de antigüedad tienen un ratio de riesgo del 17%, mientras que las que llevan más de 25 años en el mercado presentan un riesgo de tan solo 15%, demostrando una mayor solidez financiera con el paso del tiempo.
Estabilidad en los márgenes, pero con retos por delante
A pesar del aumento del riesgo de impago, el sector de las gasolineras ha mostrado una notable estabilidad en cuanto a sus márgenes sobre ventas. Desde 2016, el margen se ha mantenido en torno al 2%, incluso durante la pandemia, un periodo en el que muchos otros sectores enfrentaron una gran volatilidad. Este comportamiento estable ha permitido a las empresas del sector mantener ratios clave como la solvencia, liquidez y tesorería, factores que han sido cruciales para su supervivencia en tiempos de crisis.
La atomización del sector: un mercado de microempresas
Otro factor destacado en el informe es la marcada atomización del sector. Un 39% de las empresas dedicadas al comercio minorista de combustibles son microempresas y, si se incluyen también las pequeñas empresas, este porcentaje asciende al 91%. La presencia de grandes y medianas empresas es prácticamente testimonial en un mercado que sigue dominado por pequeños actores.
A pesar de esta fragmentación y de los desafíos financieros, el sector ha demostrado capacidad para adaptarse a las circunstancias. Sin embargo, el riesgo creciente de impago y la vulnerabilidad de las empresas más jóvenes sugieren que el camino hacia la estabilidad financiera sigue siendo complejo, con desafíos que exigen medidas y estrategias más robustas para asegurar la viabilidad a largo plazo.