En España, el precio del diésel suele ser más bajo que el de la gasolina debido a una carga impositiva menor. Sin embargo, el Gobierno de Pedro Sánchez tiene previsto llevar a cabo una reforma fiscal que afectará directamente al gasóleo. De acuerdo con las enmiendas propuestas por el PSOE en colaboración con el Ministerio de Hacienda, el objetivo es equiparar la fiscalidad del diésel a la de la gasolina, lo que implicará una subida en el Impuesto Especial de Hidrocarburos para el gasóleo.
El Ejecutivo ha establecido como fecha clave para esta subida el 1 de abril de 2025. A partir de esa fecha, si se aprueban las enmiendas presentadas, el precio del litro de diésel podría aumentar en torno a 10 céntimos, aunque esta cifra podría variar dependiendo de la estación de servicio. Esta medida tiene como objetivo ajustar la fiscalidad de ambos combustibles, manteniendo estable la cuota de impuestos sobre la gasolina mientras se incrementa la que afecta al diésel.
¿Qué impuestos gravan los combustibles en España?
En España, los combustibles están sujetos a varios impuestos, siendo el principal el Impuesto Especial sobre los Hidrocarburos. Este impuesto tiene dos tipos impositivos: general y especial. En el caso de la gasolina sin plomo, el impuesto es de 400,69 euros por cada 1.000 litros bajo el tipo general y 72 euros bajo el tipo especial. Para los gasóleos utilizados como carburante, el tipo general es de 78,71 euros por cada 1.000 litros, mientras que el tipo especial es de 18 euros por 1.000 litros.
Es importante destacar que este impuesto solo se aplica en la Península y Baleares, ya que Canarias, Ceuta y Melilla cuentan con un régimen fiscal distinto.
Con esta reforma, el Gobierno espera equilibrar la fiscalidad de ambos combustibles, una medida que podría impactar directamente en el bolsillo de los conductores a partir de 2025, especialmente aquellos que dependen del diésel para su vehículo.