Francia continúa liderando el camino hacia la movilidad sostenible al alcanzar un nuevo hito en infraestructura para vehículos eléctricos (VE): más de 150.000 estaciones públicas de recarga, según datos de la Asociación Nacional para el Desarrollo de la Movilidad Eléctrica (Avere-France). Este avance supone un crecimiento del 35% en solo un año y refleja un aumento del triple en los últimos tres años, evidenciando el compromiso del país con la electrificación del transporte.
Un plan ambicioso para la movilidad eléctrica
El Gobierno francés ha fijado como objetivo instalar 400.000 puntos de recarga públicos para el año 2030, consolidando la infraestructura necesaria para fomentar la adopción masiva de vehículos eléctricos. Sin embargo, actualmente solo el 10% de las estaciones ofrecen potencias superiores a 150 kW, lo que pone de manifiesto la necesidad de ampliar la red de cargadores ultrarrápidos, fundamentales para reducir los tiempos de recarga y mejorar la experiencia del usuario.
En paralelo a la expansión de estaciones públicas, Francia cuenta con más de 2 millones de puntos de recarga privados instalados en hogares y empresas, según datos de Enedis, el operador de la red de distribución eléctrica. Esto demuestra un esfuerzo conjunto entre el sector público y privado para garantizar un ecosistema sólido y accesible para los usuarios de VEs.
Impacto eléctrico y sostenibilidad
A pesar del rápido aumento en el número de puntos de recarga, el impacto en el consumo eléctrico sigue siendo mínimo. En octubre de 2024, las estaciones públicas consumieron 45,9 gigavatios-hora de electricidad, lo que representa únicamente el 0,01% del consumo mensual total de electricidad en el país. Este dato refuerza la viabilidad de la transición hacia una movilidad eléctrica masiva sin comprometer la estabilidad del sistema energético.
Un modelo a seguir en Europa
Francia se posiciona como uno de los líderes europeos en infraestructura de recarga para vehículos eléctricos, sentando un precedente para otros países del continente. El crecimiento constante en este sector es impulsado por políticas públicas claras, incentivos económicos y la colaboración de actores privados.
Con estos avances, el país no solo avanza hacia sus objetivos climáticos, sino que también busca transformar la movilidad eléctrica en una opción accesible y eficiente para todos sus ciudadanos. Mientras se consolida su red de recarga, Francia refuerza su papel como referente en la lucha contra el cambio climático y la promoción de un transporte sostenible a gran escala.